Un problema complicado - construir una vivienda en un terreno pequeño con un desnivel de 7 m, es decir, desde la calle de acceso el terreno desciende 7 m hasta el otro límite.
La opción era situar el salón y la cocina a la altura de la zona de ocio exterior.
Esto implica entrar por la zona de dormitorios, lo que nos llevó a inundarla de luz, a través de ventanas laterales y un lucernario.
El vestíbulo es amplio y la percepción se traslada inmediatamente al nivel de la sala.
El resultado: sorprendente espacio interior.