Casa en Belas Clube de Campo, en un terreno con 5.000 m2 y un área de construcción de 500 m2.
Nacido de la naturaleza como fuerza telúrica, donde la materialidad exterior e interior se funden con el entorno.
Hormigón, madera y vidrio, ¡nada más!
Una intervención casi nula en el paisaje circundante, formado por maquia ibérica.
El programa funcional requería un espacio fluido con una amplia relación con el espacio exterior, donde el paisaje adquiría una especial importancia.
Un espacio interior muy rico, con una relación franca y variada con el exterior.
Un lenguaje contemporáneo, con un cuidado juego de transparencias, llenos y vacíos, luces y sombras, encarna un amplio programa funcional con espacios generosos.